* Cuentos para soñar

La mariposa que no tenía color

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Érase una vez una mariposa que no tenía colores. Por eso todas sus amigas se burlaban de ella, por no tener colores.

 

Un día, harta de que se burlasen de ella, decidió escapar e irse a vivir a otro lado. Pero volaba y volaba , sin encontrar ningún  sitio para cobijarse.

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A la mañana siguiente siguió su camino. Fue a dar  al monte de los “siete ladridos”, no sabía si entrar o no en él; pues había oído que el que entraba en el bosque no volvía a salir. Eran tantos los ruidos y cosas raras que vio que salió volando de allí, se posó en una laguna y se dio cuenta de que sus alas tenían colores.

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Decidió volver con sus amigos. Desde entonces no se volvieron a burlar de ella nunca más, pues era la más hermosa de todas.

                                                                                             Janire Saiz

 

María y su amiga

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Había una vez una niña que vivía a las afueras de un pueblo. Siempre estaba sola, sus padres trabajaban y no tenía mas familiares.

 Un día, María se puso a jugar cuando de repente llamó alguien a la puerta:
-¿Quién es? – dijo la niña, asustada.
-¡Soy una niña que quiere jugar contigo! – contestó.

La niña abrió la puerta y allí estaba. Al llegar la madre a casa se asustó al ver que su hija estaba hablando sola.
-Mira, mamá, tengo una nueva amiga y hoy dormirá con nosotros – dijo la niña.
-Pero, ¿qué dices hija?, si aquí no hay nadie – contestó la madre.
-Lo que oyes, mamá, hay una niña y además me ha dicho que se llama Marta.
-Lo que tu digas, hija, lo que tu digas.

 La niña se dirigió a su cuarto enfadada. Al cabo de unos minutos subió la madre:
-Perdóname, hija, ya te entiendo, tienes una amiga imaginaria.
-No es una niña imaginaria, existe de verdad.

 Al final, María decidió contarle el secreto a su madre para que lo entendiera.
– Mira, mamá, yo veo espíritus y esta niña para mí existe, pero como siempre estaba sola nunca tuve tiempo para contarte nada. Ya sé que te parece muy raro, pero es verdad.

                                                                                          Claudia Fresneda